A poco más de una semana de la muerte de un joven criminalista de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) en el Barrio de Tepito, las autoridades capitalinas han cambiado su versión de los hechos en por lo menos dos ocasiones, generando más dudas que respuestas sobre el perfil y el móvil de este homicidio.
La última versión de la Procuraduría, entregada a Animal Político, es que el pasado 14 de agosto el funcionario, de nombre Adolfo, estaba ejerciendo una función asignada dentro de una inspección a un “inmueble asegurado previamente”.