Cancún inició la esperada primavera con un sol radiante, cielo azul, arena fina y blanca, y su emblemático mar azul turquesa. Pero sus playas están vacías.
Desde el pasado lunes, la Dirección Municipal de Protección Civil colocó banderas rojas, aunque no por alerta de un huracán, sino por algo que ha sido mucho más devastador para la industria turística del principal destino del país: la pandemia del covid-19.
La caída de las reservaciones y los vuelos ha ido en cascada y su efecto más dramático ha sido que miles de trabajadores de la industria turística han sido echados a la calle. Enfrentan, además, la angustiante incertidumbre de no tener una fecha para la reactivación de la actividad.