Mariana es médico en el IMSS desde hace 20 años y tiene hipertensión e insuficiencia cardiaca leve. Se sintió aliviada cuando supo que con la instrucción de la Secretaría de Salud para el personal médico con algún padecimiento podía solicitar licencia, y así evitar un posible contagio de COVID-19 que pusiera en riesgo su vida. Pero a más de tres semanas de intento, no ha logrado el permiso para ausentarse de su trabajo.
El IMSS estableció que podían ausentarse mayores de 65 años, mujeres embarazadas o en etapa de lactancia y “personas con enfermedades crónica-degenerativas (enfermedad pulmonar, cardiovascular descompensada, nefropatía, hepatopatía, diabetes mellitus descontrolada)”.