Al cumplirse dos años del triunfo de Andrés Manuel López Obrador y un año con seis meses en la Presidencia de la República, el mandatario festina lo que para él son los grandes resultados en beneficio del país. Sin embargo, en su discurso –un recuento de todo lo que ha dicho en este tramo de tiempo– incurre en mentiras, sobre todo, cuando afirma que él ha garantizado la gobernabilidad y la paz social.
Ni bien terminaba de exponer lo que según él son las bondades de su Gobierno cuando en Guanajuato –un territorio gobernado por el crimen organizado– un grupo armado irrumpía en un centro de rehabilitación de adictos a las drogas y daba muerte a 24 personas, una verdadera masacre, la más numerosa del sexenio que se ha ejecutado en un solo evento.