Los desvíos de dinero público para las campañas del PRI en 2016 –un delito electoral encubierto en el sexenio de Enrique Peña Nieto–, compra de propiedades con dinero público, incluido un banco, dispendio de dinero a diestra y siniestra, y hasta protección al narcotráfico, por decir lo menos, son algunos de los pendientes sobre los que tendrá que rendir cuentas César Duarte Jáquez, exgobernador de Chihuahua, detenido en Miami, Florida, el miércoles 8 después de poco más de tres años de haber huido.
El político chihuahuense era un prófugo entre comillas porque todo el mundo sabía dónde se encontraba. Había escapado a Texas tan pronto concluyó su mandato, atiborrado de dinero y de propiedades, las que –se asegura– adquirió con dinero del Gobierno de Chihuahua, de contratistas y presuntamente del crimen organizado.