Entre 1965 y 1990, las fuerzas de seguridad del Estado estuvieron operando para reprimir y controlar todo tipo de disidencia, ya sea política, sindical o estudiantil, pero también a comunidades LGBT y urbanas.
Entre 1965 y 1990, un grupo de instituciones y fuerzas de seguridad del Estado estuvieron operando para controlar todo tipo de disidencia, no sólo política, sindical o estudiantil, sino también la relacionada con la comunidad Lésbico Gay Transexual Bisexual, trabajadoras sexuales y a los integrantes de movimientos urbanos como los punks, afirmó el periodista Rafael Cabrera.