La reestructuración del poder entre organizaciones criminales (cartelización) ha forzado a un reacomodo de las fuerzas públicas estatales, al mismo tiempo de que Estados Unidos intensifica sus operaciones de combate al tráfico de fentanilo, afirma investigador.
Sonora surge como escenario de una reconfiguración del poder al interior del Cártel de Sinaloa, lo que ha disparado los homicidios dolosos, las desapariciones y otros delitos relacionados con el crimen organizado.
Esto obligó a un reacomodo de las fuerzas públicas, que se concretó cuando la policía estatal tomó el control de la seguridad en San Luis Río Colorado a través de un Mando Único Policial, que se extendió hasta Baja California, y luego de que Estados Unidos intensificó sus operaciones de combate al tráfico de fentanilo y de que señaló por primera vez una red con lavado de dinero con presencia en aquel municipio fronterizo.