Serán las leyes las que definirán cómo los actores privados podrán participar en la industria eléctrica, pero la Reforma energética aclara que en ningún caso dichas actividades tendrán prioridad sobre la empresa pública del Estado, cuya misión principal es cumplir con su responsabilidad social.
El Senado de la República aprobó el miércoles, con 86 votos a favor, 39 en contra y una abstención, la reforma constitucional en materia energética, con el que le devuelve a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) su carácter de empresas públicas a cargo de conducir el sector energético mexicano.