La
detención masiva de jóvenes el pasado sábado 1, durante y después de la toma de
posesión de Enrique Peña Nieto, desató ya la primera controversia entre las
autoridades federales y locales.
Y es que
mientras el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, reconoció que, en
efecto, se cometieron arrestos arbitrarios, el titular de la Secretaría de
Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong, rechazó que las fuerzas del
orden hayan incurrido en excesos contra los manifestantes, a pesar de que la
Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal ha documentado casos de
arrestos ilegales e incluso de tortura.
En su
primer día en funciones, el gobernante capitalino reconoció ante la periodista
Carmen Aristegui, de MVS Noticias, que no todos los detenidos participaron en
actos vandálicos.
“Estoy
claro de que hay hechos que la sociedad condena, que hay gente que estaba en
una manifestación, que siempre debe ser respetada y debe ser resguardada,
incluso en el marco constitucional, porque ese es un derecho fundamental”,
dijo.
Mancera
informó también que ya dio instrucciones a la Procuraduría General de Justicia
del Distrito Federal (PGJDF) para que analice detalladamente cada uno de los
casos.
“Tenemos
que hacer este análisis y tenemos que ver quiénes son los que en estas
detenciones no tienen responsabilidad y no se acredita, y quiénes sí es muy
claro que participaron con otro ánimo. Quienes no hayan participado en los
eventos, quienes no tuvieran probable responsabilidad de manera sólida, de
manera acreditada, tendrán su libertad”, subrayó.
Además,
adelantó que la situación jurídica de las 69 personas detenidas –58 en el
Reclusorio Norte y 11 en el Centro Femenil de Santa Martha– podría resolverse
el próximo domingo 9.