AUTOR: JONATHAN VILLANUEVA.
Parece que el año terminará para Miguel Ángel Mancera con un fuerte dolor de cabeza. Tal y como estaba previsto, los jefes delegacionales no asumen los recortes del presupuesto para 2013 y exigen más. La negociación apenas inicia.
No ha terminado el año, apenas ha comenzado la era Mancera y ya el nuevo jefe del Gobierno capitalino puede sumar otro fuerte dolor de cabeza: las pretensiones de los jefes delegacionales sobre los presupuestos de 2013, cuya anunciada reducción podría quitarles margen de maniobra y poder.
La discusión presupuestal comenzó ayer de manera formal en la sede de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, pero las diferencias surgieron ya el pasado viernes, día en que el Gobierno local (GDF) entregó a la Asamblea su propuesta para el primer año de gobierno de Miguel Ángel Mancera.