AUTOR: JOHN M. ACKERMAN.
Lo que más irrita a los poderes fácticos y a la mayor parte de la clase política nacional es que a pesar de décadas de represión, exclusión y cooptación, el discurso crítico de izquierda sigue imponiendo las coordenadas del debate político nacional. Los principales medios de comunicación electrónicos son muy eficaces cuando se trata de desviar la atención de los temas de fondo, de vender productos chatarra y de generar un ambiente de miedo y desánimo entre la población. Sin embargo, estos mismos medios han sido incapaces de llenar el vacío con un nuevo discurso afirmativo y articulado desde la derecha.
Hoy la verdadera crisis de identidad y de propuesta ideológica, tanto en México como en el mundo, no es de la izquierda, sino de la derecha. Durante la Guerra Fría, los neoliberales se enorgullecían de su supuesta defensa del capitalismo, la “libertad” y la democracia de la incursión de las dictaduras “totalitarias” y comunistas. Este discurso siempre fue una mascarada para esconder el imperialismo estadunidense, la concentración generalizada de la riqueza y la comisión de un sinnúmero de atrocidades y crímenes de guerra, pero todo se hacía supuestamente con el noble fin de defender los principios básicos del liberalismo.