El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, y el director del Instituto Nacional de Antropología, Sergio Raúl Arroyo, se deslindaron por separado de las acusaciones de corrupción hechas por congresistas estadunidenses que tienen a su cargo la investigación sobre presuntos sobornos otorgados por ejecutivos de Walmart a políticos mexicanos para permitir la apertura de tiendas, entre ellas la de Teotihuacán.
Ayer, los legisladores Elijah E. Cummnings y Henry A. Waxman difundieron una carta en la que se informa que el Sergio Raúl Arroyo recibió una “donación” de 500 mil pesos y un “regalo irregular” de 400 mil pesos por parte de la empresa, y que representantes del PRI y PRD también recibieron un total de 1.2 millones de pesos.