AUTOR: JENARO VILLAMIL.
Las multas que por más de 100 millones de pesos le impuso la Comisión Federal de Competencia a Televisa no ponen en jaque la sociedad que Emilio Azcárraga estableció con Ricardo Salinas en Iusacell, aun cuando el órgano antimonopolio advierte que castigará la violación reiterada a las normas y leyes que buscan evitar la concentración en el ámbito de las telecomunicaciones. Al final de cuentas, la penalización económica en contra del consorcio puede atascarse en el limbo de las apelaciones judiciales.
Por primera vez desde que inició su proceso de expansión hacia el triple play y de concentración del mercado de la televisión restringida, Grupo Televisa fue objeto de dos multas de la Comisión Federal de Competencia (CFC), que suman 107.6 millones de pesos, por dos casos diferentes –Televisión Internacional (TVI) y Cablemás– pero en circunstancias similares: la violación a una condición impuesta por el organismo antimonopolio que le prohibió a altos ejecutivos de Televisa formar parte del Consejo de Administración de GSF, consorcio que controla las empresas Total Play y Iusacell, ambas de Ricardo Salinas Pliego.
Las dos multas, que aún pueden ser litigadas por Grupo Televisa en tribunales o acogerse al recurso de reconsideración (caso Cablemás), no afectarán el proyecto más ambicioso de Emilio Azcárraga Jean: su sociedad al 50% con Salinas Pliego en Iusacell, pero podría desembocar en un proceso de desinversión o ruptura con TVI o con Cablemás, según distintos observadores consultados.