Justo después de haber anunciado las ganancias multimillonarias de 2.4 millones de dólares que había producido la empresa durante el 2012, un grupo de agricultores acudieron a Washington para impugnar sus derechos al ser despedidos por el gigante de la biotecnología Monsanto, decidiendo renunciar a cultivar maíz y soja, debido a la inevitable contaminación de los campos gracias a las semillas transgénicas.
Si bien las ganancias de la transnacional van a la alza y su presencia en mercados internacionales como el latinoamericano es muy fuerte, los agricultores afirman que las semillas de Monsanto son las culpables de contaminar sus campos; la cínica explotación de sus patentes de maíz, soja y algodón transgénicos de soja y algodón, ha llevado a
Justo después de haber anunciado las ganancias multimillonarias de 2.4 millones de dólares que había producido la empresa durante el 2012, un grupo de agricultores acudieron a Washington para impugnar sus derechos al ser despedidos por el gigante de la biotecnología Monsanto, decidiendo renunciar a cultivar maíz y soja, debido a la inevitable contaminación de los campos gracias a las semillas transgénicas.
Si bien las ganancias de la transnacional van a la alza y su presencia en mercados internacionales como el latinoamericano es muy fuerte, los agricultores afirman que las semillas de Monsanto son las culpables de contaminar sus campos; la cínica explotación de sus patentes de maíz, soja y algodón transgénicos de soja y algodón, ha llevado a