AUTOR: JESUSA CERVANTES.
Para legitimar la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia el IFE se apresuró a declarar que no hubo fraude en el caso de las tarjetas Monex utilizadas para “pagar la estructura electoral” del PRI. Pese a las denuncias y pruebas presentadas por la oposición en el sentido de que el financiamiento de la campaña priista es una madeja de triangulaciones que hacen perdedizo el origen del dinero, el árbitro electoral determinó que no hay nada que reclamarle al partido en el poder que, así, manejó recursos oscuros, turbios en su origen y destino… y fue exonerado.
La exoneración que el IFE concedió al PRI al validar el “origen y destino” de los millonarios recursos utilizados durante la campaña que llevó a Enrique Peña Nieto a la Presidencia generó más dudas sobre el entramado financiero mediante el cual se trianguló con varias empresas dinero que luego se “dispersó” con tarjetas Monex. Ni la autoridad electoral sabe dónde quedaron estos recursos.
Aunque la Unidad de Fiscalización del IFE a cargo Alfredo Cristalinas no investigó a fondo un posible financiamiento ilegal en la campaña presidencial priista, pues centró su indagatoria en “el origen y destino” de los monederos, sí corroboró la participación de Grupo Financiero Monex y la de varias empresas. A decir del PAN, PRD, PT y Movimiento Ciudadano esto comprueba “un financiamiento paralelo”. Por ello, estos institutos políticos impugnarán el resolutivo ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.