AUTOR: ÁNGRELES CRUZ MARTÍNEZ.
Ante falta de oportunidades crecen los riesgos. Los padres han quedado rebasados, aseguran expertos.
Los adolescentes la tienen complicada. Sin instituciones que se ocupen de procurar que el tránsito entre su infancia y la adultez se lleve a cabo sin riesgos, en un ambiente saludable y de oportunidades. En cambio, están expuestos a situaciones como los embarazos no planeados, en el caso de las mujeres, o una escasa oferta educativa que, conjugada con conflictos familiares y restricciones económicas, los coloca en situaciones límite, en ocasiones con consecuencias catastróficas.
Una tercera parte de la población en México tiene entre 10 y 19 años de edad y requiere de una atención integral, porque ya no son los niños y jóvenes de hace tres o cuatro décadas, para los que una mirada o un pellizco de sus madres eran suficientes para entender que debían permanecer callados o quietos, y ser obedientes para evitar los castigos y tener la vida resuelta.