AUTOR: JESUSA CERVANTES.
El viejo PRI, “el mañoso, de triquiñuelas”, está plenamente reinstalado, coinciden en afirmar Lorenzo Meyer y José Antonio Crespo a la luz de la votación que en el Instituto Federal Electoral exoneró de cualquier irregularidad al excandidato priista y ahora presidente de la República, Enrique Peña Nieto. Ven los dictámenes de la Unidad de Fiscalización “irrisorios, ridículos e increíbles”, y señalan especialmente la vergonzosa actuación del ahora exconsejero Sergio García Ramírez, priista de muy viejo cuño y quien acabó con lo que le restaba de credibilidad al IFE.
MÉXICO, D.F: Las votaciones del Instituto Federal Electoral (IFE) relacionadas con el Monexgate y el tope de gastos de la campaña presidencial –ejes centrales del cuestionamiento que la oposición le hace al triunfo de Enrique Peña Nieto– evidenciaron que esa institución “jugó con el PRI y cuidó la imagen” del priista, pero además certificó que “el viejo sistema del PRI, el mañoso, de triquiñuelas y autoritario, se instaló de nuevo”.
Así resumen los analistas políticos e historiadores Lorenzo Meyer y José Antonio Crespo la actuación de funcionarios y consejeros electorales, de quienes dicen que pusieron en relieve “la quiebra moral” del IFE, “robándole su credibilidad”.
Uno califica de “irrisorios, ridículos e increíbles” los dictámenes que elaboró la Unidad de Fiscalización y votó el consejo general; otro los considera “casos turbios, opacos, sucios en donde el fiscalizador los limpió hasta donde pudo” para beneficiar al PRI.
Crespo, quien hasta el miércoles 6 había sido benévolo con la institución al considerar su desempeño “no espectacular pero sí adecuado” en las pasadas elecciones presidenciales, hoy lo considera sesgado, aunque centra su señalamiento en Alfredo Cristalinas, titular de la Unidad de Fiscalización y encargado de elaborar los dictámenes.
A las evidentes dudas sobre una actuación imparcial de los consejeros electorales se sumó la del hoy exconsejero Sergio García Ramírez, gracias a quien el PRI pudo evadir en primera instancia una multa por 75 millones de pesos por no haber informado al IFE que recurrió al uso de las tarjetas Monex.