MONTERREY, N.L. (Proceso).- La “pacificación” de Nuevo León se mostró abruptamente como una falacia el pasado 26 de enero, cuando efectivos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) encontraron ejecutados a balazos a 17 integrantes de la agrupación musical Kombo Kolombia, cuyos cuerpos fueron arrojados al fondo de una noria en un rancho abandonado del municipio de Mina, al norte de la capital.
Días antes el gobierno del priista Rodrigo Medina anunció la supuesta disminución de los índices delictivos en la entidad, entre éstos los relativos a homicidios dolosos. Pero la matanza confirmó que en Nuevo León los municipios aledaños al área metropolitana están en total indefensión.