AUTOR: ÁLVARO DELGADO.
Tan obvio como la riqueza de Elba Esther Gordillo lo fue la protección que le brindaron en sus sexenios los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón. Ávida de poder, llegó inclusive a pensar en sus prospectos para la Presidencia en 2018, pero su estrategia fue brutalmente frenada por el PRI el martes 26 de febrero.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Vicente Fox pudo procesar a Elba Esther Gordillo por enriquecimiento ilícito, pero con un telefonazo de Santiago Creel, secretario de Gobernación, la dejó impune y, junto con Felipe Calderón, la hizo emblema del encubrimiento de los gobiernos panistas a la corrupción sindical, política, educativa y electoral.
Fue el 27 de noviembre de 2002, a casi 24 meses de la alternancia, cuando Gordillo compareció ante la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), acusada por la disidencia magisterial de ordenar el asesinato del maestro Misael Núñez, en 1981, y también por enriquecimiento ilícito.