Por: Pablo moctezuma Barragán
Enrique Peña, con su Pacto por México (Anti-México), ya impuso la reforma educativa para privatizar la educación, despedir maestros con el pretexto de la “evaluación” y hacer pagar más cuotas y gastos escolares a los padres de familia, con la frase: “gestión autónoma de las escuelas”.
Detuvieron a la maestra más odiada de México como cortina de humo para hacer ver como algo “positivo” el golpe a la educación. Claro que ella robó todo lo que quiso gracias al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y al Partido Acción Nacional (PAN), con su venia y complicidad. Encarcelar a la exlideresa es lo mismo que hizo Carlos Salinas para comenzar la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex), cuando fue detenido Joaquín Hernández Galicia, la Quina, en medio de un escándalo nacional. Con su quinazo, Peña quiere abrir puertas y ventanas a la privatización de la educación, de Pemex y al aumento del impuesto al valor agregado (IVA), todo en contra de la población y en contra de la ley, porque la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos garantiza la educación gratuita y los derechos de los maestros, mismos que viola la reforma educativa de Peña. Pero el “nuevo PRI” nos está