Ello, porque “la desafortunada decisión” de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de no asumir su competencia originaria para conocer y resolver el Incidente de Reconocimiento de Inocencia presentado por la defensa de Patishtán Gómez, “deja la responsabilidad al Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito la decisión histórica de hacer justicia y libertar al preso político y defensor de derechos humanos”.
El organismo considera que “la Primera Sala de la SCJN al no reasumir su competencia en el caso, argumentando que no resulta trascendental y que en el mismo no se incorporan argumentos novedosos, constituye una denegación de justicia a miles de personas cuyos procesos estuvieron repletos de irregularidades”.