AUTOR: RODRIGO VERA.
Ante la sucesión papal, el equipo de Enrique Peña Nieto intensificó sus contactos con el ala “mafiosa” del Vaticano. Especialistas consultados por Proceso afirman lo anterior y sostienen que el interlocutor privilegiado es el arzobispo de Yucatán, Emilio Berlié, quien se reunió hace unos días con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para hablar “de manera confidencial” en torno a los movimientos vaticanos.
MÉXICO, D.F: En el contexto de la elección del Papa Francisco, el gobierno priista de Enrique Peña Nieto ya comienza a articular un “brazo católico del PRI” liderado por el arzobispo de Yucatán, Emilio Berlié Belaunzarán. El propósito: conseguir una mayor negociación política con el nuevo pontificado y, por consecuencia, con la misma jerarquía católica mexicana.
Con esa maniobra, el gobierno federal rehabilitará de paso al grupo de obispos integrantes del llamado Club de Roma, quienes apoyaron al PRI durante el tiempo en que monseñor Jerónimo Prigione fue representante papal en México, en particular durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, quien reanudó las relaciones diplomáticas con la Santa Sede y dio reconocimiento jurídico a la Iglesia.