Por: Noé Zavaleta
Familiares protestan por la desaparición de ocho policías en Veracruz.
Foto: Yahir Ceballos
XALAPA, VER. (Proceso).- Mientras la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del gobierno encabezado por Javier Duarte sigue a marchas forzadas con la depuración de las policías municipales, la ola de violencia, secuestros y extorsiones –y los abusos de las fuerzas del orden– no cesa en el estado de Veracruz, que opta por maquillar la realidad.
El jueves 21, mientras Duarte daba el banderazo de salida al Mando Único Unificado –programa de patrullaje de las fuerzas armadas y la Policía Estatal en los municipios de Córdoba y Fortín de las Flores– un grupo de expolicías protestaba por su “despido injustificado” y por presuntas violaciones a sus derechos humanos. Acusaban a las fuerzas federales y estatales de haberlos sacado a rastras, arrancándoles el uniforme.
En la ceremonia Duarte confirmó la desintegración de la Policía Municipal de Fortín de las Flores y la canalización de más de 200 uniformados de Córdoba a la Academia de Policía de El Lencero para someterlos a exámenes de confianza.
En la misma semana las quejas de empresarios, políticos y de la sociedad por la violencia e inseguridad que azotan a gran parte de Veracruz dieron pie a que las fuerzas federales y la