Se trata de una ley largamente esperada, ya que tenía que haber estado lista en octubre de 2011, según lo que ordenó desde ese mismo año la Constitución. Pero ya sabemos que nuestros legisladores no son especialmente escrupulosos a la hora de cumplir con lo que les ordena la Carta Magna, así que se tomaron casi un año y medio de tiempo extra antes de darnos a todos los mexicanos esa ley tan necesaria e importante.
Porque de eso se trata, en definitiva: de una ley que nos protege y nos sirve a todos. Durante décadas el juicio de amparo ha sido casi el único instrumento de protección del ciudadano frente a los actos arbitrarios de los gobernantes.