AUTOR: ANABEL HERNÁNDEZ.
Brenda Quevedo Cruz, una de las personas acusadas por Isabel Miranda de Wallace del secuestro y asesinato de su hijo, Hugo Alberto Wallace, fue torturada en 2010, cuando estaba presa en el penal de las Islas Marías y, por lo tanto, bajo la custodia de la Secretaría de Seguridad Pública encabezada por Genaro García Luna. Un año después la CNDH evaluó a la mujer y, de acuerdo con los parámetros del Protocolo de Estambul, concluyó que había padecido castigos crueles, inhumanos y degradantes, un informe que la propia CNDH ocultó. Pero el historial de García Luna y su gente durante el sexenio pasado abarca otros casos de abuso de autoridad, maltrato y tortura.
Pero el caso de Cassez es sólo uno en el historial de García Luna. Bajo su mando, la AFI y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal violaron de manera constante los derechos humanos. Han comenzado a documentarse abusos de autoridad y torturas en algunos complejos penitenciarios administrados por la SSP durante el sexenio pasado. Algunos ya están siendo investigados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).