AUTOR: ROSALÍA VERGARA.
MÉXICO, D.F: Al iniciar su visita por el país, el Relator Especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias de la ONU, Christof Heyns, conoció el primero de muchos casos con los que se topará en su recorrido por los estados de Chihuahua, Guerrero y Nuevo León.
Se trata del caso de Joaquín Figueroa Vázquez, un mecánico que trabajaba desde hace 20 años en la empresa Construcción Santa Clara SA de CV y Triturados Río Seco SA de CV que fue acribillado, junto con 10 personas más, por elementos del Ejército el 17 de junio de 2011 en la carretera federal Xalapa-Veracruz. Inicialmente, las víctimas, todos civiles, fueron confundidos con sicarios.
En una carta abierta, Janet Figueroa, hija de Joaquín, dice:
“Como era costumbre, él viajaba desde la ciudad de Xalapa al municipio que le fuera asignado para reparar la maquinaria pesada de las empresas, desde dos semanas antes le había sido asignada la localidad de Chichicaxtle, ubicada a 45 minutos de la capital del estado”, dice la carta.