AUTOR: JENARO VILLAMIL.
MÉXICO, D.F. (apro).- El aparente pleito entre la cúpula del PAN y el gobierno de Enrique Peña Nieto por la utilización electoral de la Cruzada Nacional contra el Hambre en Veracruz y otros municipios tiene su origen en otras razones políticas. No es el clientelismo sino la dura disputa al interior de Acción Nacional, entre los calderonistas y los demás grupos panistas en función del Pacto por México, lo que ha provocado la radicalización de Gustavo Madero.
La ruptura más dura se está gestando entre la administración peñista y la anterior calderonista. La serie de videos y audios que presentó la dirigencia nacional del PAN para documentar su denuncia penal en Veracruz tiene como contexto las recientes decisiones de la PGR para liberar a Noé Ramírez Mandujano, extitular de la entonces SIEDO, y al general Tomás Angeles. Ambos casos son muestras claras del fracaso de la supuesta “lucha contra la corrupción” de Felipe Calderón.