AUTOR: ALEJANDRA GUILLEN.
MÉXICO, D.F: Días antes de su asesinato, Mariano Abarca denunció que lo habían amenazado con “quebrarle la madre a plomazos” para que dejara de inconformarse con la presencia de la mina La Revancha en Chicomuselo, Chiapas; aunque la Embajada de Canadá estuvo enterada de los hechos decidió encubrir a la empresa Blackfire, propietaria de la mina, e incluso después de que le dispararon a quemarropa al líder indígena el 27 de noviembre de 2009.
De todo lo anterior da cuenta el informe Minería canadiense en México: Blackfire Exploration y la Embajada de Canadá un caso de corrupción y homicidio, financiado por las organizaciones Mining Watch Canada, United Steelworkers y Common Frontiers, fechado en mayo de 2013.
El documento se basa en solicitudes de acceso a la información al gobierno de Canadá en las que, según la organización, se evidencia que la Embajada prestó apoyo fundamental e “inescrupuloso” a las operaciones de la empresa minera que, además de provocar un conflicto con la comunidad de Chicomuselo, está bajo investigación de la Real Policía Montada de Canadá por presuntamente haber corrompido al presidente municipal para comprar seguridad.