AUTOR: MARCO APPEL.
BRUSELAS (apro).- El nombramiento del brasileño Roberto Azevedo como director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC) –oficializado el martes 7– representó una derrota para los países ricos, que votaron por el candidato mexicano Herminio Blanco y quien fue promovido a ese cargo internacional por el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Estados Unidos, los países de la Unión Europea (UE), Japón o Corea del Sur apoyaron la candidatura de Blanco, mientras que naciones emergentes como China, India o Sudáfrica favorecieron a Azevedo.
Simon Evenett, profesor de economía de la Universidad de Saint Gallen en Suiza, declaró el miércoles 8 al diario británico The Guardian que “una victoria de Blanco –con el apoyo trasatlántico detrás suyo, más el de Japón y el de Corea del Sur— hubiera sido percibida como si otro país rico se hubiera confiscado un puesto de una organización internacional”, lo cual, agregó, “hubiera sido de muy poca ayuda en la búsqueda de progresos en la OMC”.