AUTOR: JOHN M. ACKERMAN.
Enternecen los desesperados esfuerzos de la caduca clase política por aparentar que ahora sí se respetará la legalidad electoral. El addendum al Pacto por México mediante el cual los presidentes de PAN, PRI, PRD y el gobierno federal acuerdan cumplir con lo que ya señala la norma es igual de creíble que la promesa del alcohólico que todas las mañanas jura no volver a tomar o la del golpeador que de rodillas implora disculpas a su mujer después de cada golpiza. Las falsas promesas no sirven de nada a los ciudadanos, quienes tendrían que rechazar dignamente esta nueva muestra de cinismo político.
De acuerdo con la perversa lógica deladdendum, de hoy en adelante ya no se necesitarán el Instituto Federal Electoral (IFE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ni la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, pues imperará el principio de la autorregulación por parte de los propios partidos. En lugar de que las instituciones electorales auspicien el estado de derecho, el lobo cuidará a las gallinas.