AUTOR: ÁLVARO DELGADO.
Administrador político de la ruina del PAN, el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, no tiene empacho en relatar cómo a base de diálogos afables Enrique Peña Nieto lo fascinó, lo convenció, lo hizo virar de la desconfianza más absoluta hasta llegar al apoyo irrestricto al Pacto por México, respaldo que le ha concitado críticas aun dentro de su instituto político. La indignación del PAN por el uso de programas sociales con fines electorales en el estado de Veracruz, hecho que supuestamente puso en jaque al Pacto, en realidad fue un golpe calculado, dice en entrevista con Proceso, para decirle al PRI que no aceptará la restauración del antiguo modelo.
–¿Cómo eran las pláticas con Peña Nieto?
–Es afable. Busca siempre la afabilidad, busca tender puentes. No lo conocía y yo venía de un momento en que estaba diciendo que el bato ganó a billetazos y con engaños. Y después de eso, siéntate a platicar. Estuvo bueno. Pero hicimos a un lado la desconfianza.