AUTOR: Ivonne Acuña Murillo.
Son las 7:45 de la noche, la pesera está a punto de salir, se encuentra exactamente en la punta del paradero, han subido ya un hombre en la parte delantera junto al chofer y atrás tres hombres y dos mujeres, hacia la puerta se dirigen tres hombres más, quienes a indicación de uno de ellos dejan subir primero, con aparente cortesía, al cuarto hombre, en cuanto éste se acomoda ingresan al vehículo dos de los tres hombres, mientras el tercero se ubica en la puerta y desde abajo bloquea todo ingreso o descenso de personas.
El primero en subir intimida a la menor de las mujeres y la obliga a darle el iPod que llevaba en la mano, después forcejea con el hombre que estaba sentado en el asiento ubicado de manera transversal junto a la joven y después de golpearlo en la cara le arrebata el teléfono celular; mientras tanto, el segundo ladrón asalta al hombre que estaba en la misma banca que la joven cerca de la puerta, le quita cartera y teléfono; en tanto el que cuida la entrada arrebata su celular al hombre sentado en un costado también cerca de la puerta, al que “amablemente” cedieron el paso. Se retiran sin robar nada al pasajero sentado adelante ni al chofer, tal vez porque era incómodo y suponía más tiempo del planeado en un asalto “exprés”; tampoco asaltan a la segunda mujer situada al fondo frente a ellos aunque si despojaron al que se encontraba de su lado derecho; una vez que los ladrones han bajado de la unidad, ella misma grita al chofer que cierre la puerta y salga del paradero.