AUTOR: PATRICIA DÁVILA.
Aun cuando el jefe de Gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera y el procurador Rodolfo Ríos Garza insisten en que la Ciudad de México es una burbuja de seguridad impenetrable, el secuestro de 11 jóvenes el domingo 26 de mayo muestra que, por lo contrario, hay presencia de células de varios cárteles que se disputan la plaza. La idea de la capital de la República como una entidad blindada a la violencia del crimen organizado es un mito más.