AUTOR: JOSÉ GIL OLMOS.
El primer gran triunfo del PAN ocurrió en Baja California en 1989. Desde entonces ese partido no ha soltado la gubernatura pero en las elecciones del próximo julio se asoma al desbarrancadero. A trompicones desde la debacle de 2012, los panistas sólo tienen una baza para pelear por su último bastión: el carisma de un candidato que suele perder los estribos. Y enfrente tienen a un PRI con consigna: es la primera elección para gobernador durante el gobierno de Peña Nieto y es imperativo mandar un mensaje de fortaleza.
Pero en las elecciones del próximo 7 julio, el candidato del PAN, Francisco Kiko Vega, está en riesgo. Los priistas, que llegan renovados por la recuperación del poder presidencial con Enrique Peña Nieto, han lanzado como candidato a Fernando Castro Trenti, mejor conocido como El Diablo. Él es allegado al coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones.