El presidente urgió a alcanzar un equilibrio comercial entre ambos países, así como detonar mayores inversiones del país asiático en territorio mexicano.
El miércoles, el mandatario aseguró a empresarios chinos que México es un destino serio, confiable y atractivo para invertir, por lo que refrendó que su administración está dispuesta a dar garantías plenas a la inversión nacional y extranjera para contribuir al desarrollo económico y social del país.
El titular del Ejecutivo federal planteó que para enfrentar esta nueva etapa se tienen dos retos: lograr equilibrio entre importaciones y exportaciones entre las dos naciones, y concretar posibilidades de inversión en la relación bilateral.