AUTOR: ÓSCAR BALDERAS.
La instrucción no deja lugar a dudas: no celulares, no cámaras, no lentes oscuros, no preguntas personales, no meter las manos a los bolsillos y nada de movimientos bruscos. Si cumples, saldrás con tu mercancía sin problemas; si desobedeces, esa puerta por la que entraste podría ser la última que cruces en tu vida.
La lista de reglas te las enumeran 15 minutos antes de que llegue la hora que “El Q” fijó para esperarte dentro del medio sótano del mercado del Barrio Bravo, donde entre locales usados como bodegas, nidos de ratas y ropa con olor a guardado, quiere hacer una venta ilegal de 20 mil pesos.
Así que sales del Metro Tepito, caminas la calle Jesús Carranza, pasas frente al predio conocido como “El 6” –el nuevo centro de narcomenudeo del barrio, ahora que “La Fortaleza” se derrumbó–, das vuelta en la calle Matamoros y entre Tenochtitlán y Toltecas se abre una puerta metálica que da la bienvenida al mercado, el refugio de “La Matapolicías”.