AUTOR: CÉSAR CEPEDA.
La presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Minerva Martínez, no puede llevar su cargo con imparcialidad. Es cuñada del líder sindical de los burócratas del Estado y tía política de funcionarios públicos.
Y no es su capacidad para ocupar este cargo público la que coloca a la presidenta de la CEDH en una posición cuestionable. Tampoco son los conflictos internos que existen dentro de su organismo. Son sus lazos familiares.
Es la familia política de Minerva Martínez, la que impide que esta mujer desempeñe su cargo con absoluta imparcialidad y rectitud para denunciar libremente los abusos de las autoridades.