AUTOR: JOSÉ GIL OLMOS.
MÉXICO, D.F. (apro).- Desde los años 70 del siglo pasado, el fenómeno de las desapariciones forzadas, bajo la sombra de las autoridades de seguridad del Estado, comenzó a manifestarse en el marco de la lucha contra las guerrillas con un número aproximado de mil 500 casos.
Dos décadas después, sobre todo a partir de la declaración de la guerra contra el narcotráfico, este fenómeno se ha incrementado gravemente al punto de que los registros oficiales hablan de 26 mil casos, aunque el número podría ser mayor porque una buena parte no se denuncia por temor.
A partir de 1997 la agrupación Human Rights Watch comenzó a señalar las desapariciones forzadas en el norte de México. En ese año, el estado con mayor número de casos era Baja California, pronto siguieron sus pasos Chihuahua y Tamaulipas, y luego Coahuila, Veracruz, Guerrero, Nuevo León, Morelos y Michoacán.