AUTOR: JORGE CARRAASCO ARAIZAGA.
MÉXICO, D.F. (apro).- La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) participa en la descomposición institucional en México.
Su negativa a transparentar las cuentas y bienes de los diputados federales y, en consecuencia, de todos los funcionarios y representantes del Estado mexicano, exhibe la descomposición de la vida pública y la gran debilidad de su sistema democrático.
En la práctica, deja la puerta abierta para que sigan existiendo los Granier, las Elbas, los Reynoso, los alcaldes que reciben bolsas de dinero, las “confusiones” como las de los senadores del PAN para repartirse 16 millones de pesos –de una bolsa de más de 200 millones–, y una interminable y vergonzosa lista que hacen de la clase política de México una de las más corruptas del mundo. Una verdadera cleptocracia, el gobierno de los que roban.