By: Draco Dracul
on 14:15:00
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FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: JOHN M. ACKERMAN.
Las movilizaciones recientes en Turquía, Brasil, Chile, Grecia y México, junto con los heroicos actos de denuncia de Edward Snowden y Bradley Manning, hablan del surgimiento de una nueva coyuntura histórica a escala mundial. Una nueva generación de jóvenes cultos e informados con grandes expectativas sobre el desempeño de la democracia ha transformado de raíz el debate público. Previamente, la primavera árabe y las movilizaciones de España, Inglaterra y Estados Unidos ya habían anunciado el inicio de esta transformación histórica.
A los ideólogos de la falsa utopíaclasemediera les salió el tiro por la culata. Supuestamente la urbanización, mayores niveles de escolaridad y el consumo conspicuo de productos importados y electrónicos habrían de limar la cultura popular de sus asperezas contestatarias, discursos críticos, y tendencias solidarias para abrir paso a una nueva humanidad obediente, individualista y competitiva al estilo estadunidense. La esperanza de estos teóricos era que dicha transformación social facilitaría la imposición impune de un modelo de desarrollo excluyente.
Pero sorpresivamente aquellos sectores sociales más modernos, los jóvenes urbanos con educación universitaria, son los que más rechazan las mentiras de los políticos y los designios del capital financiero internacional. De manera similar a la derrota del comunismo realmente existente a causa de las movilizaciones sociales durante la década de los 80, hoy la democracia realmente existente, el totalitarismo de nuestros días, también se desmorona. Los paralelos históricos entre el momento actual y los movimientos estudiantiles y de liberación nacional de los años 50 y 60 también son evidentes.