AUTOR: ÁLVARO DELGADO.
MÉXICO, D.F. (apro).- La profunda crisis del Partido Acción Nacional (PAN), que muy probablemente terminará en una gran ruptura, no comenzó con la derrota de hace un año, la peor en su historia, sino al contrario: Fue la crisis la que lo condujo a la derrota.
Cuando el PAN ganó la Presidencia de la República, en el año 2000, ya observaba un serio deterioro estructural, sobre todo de carácter ético, como consecuencia del abandono de la educación política y la reproducción de prácticas antidemocráticas e ilegales que, por quedar impunes, se enraizaron.
En el mismo año 2000, se impuso como candidato presidencial a un individuo vano, Vicente Fox, que despreciaba al PAN y a su doctrina, pero también este partido avaló sin pudor comportamientos que contravenían sus reglas internas y las propias leyes, como el financiamiento ilegal semejante al priista.