AUTOR: DENISE DRESSER.
MÉXICO, D.F. Una injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia en todas partes, decía Martin Luther King. Y en México –en el ámbito judicial– estamos presenciando una injusticia monumental. Una injusticia sorprendente. Una injusticia que no debería ocurrir en estos días y en estos tiempos supuestamente democráticos. El linchamiento de Roberto Hernández y Layda Negrete, los abogados detrás de ese retrato doloroso pero fidedigno de nuestro sistema judicial que fue el documental Presunto culpable. El maltrato judicial que han recibido de los tribunales en el contexto de las demandas civiles que enfrentan por “daño moral” interpuestas por el policía judicial, el testigo y la familia del muerto. La mala fe demostrada por los jueces involucrados en el caso, que se sintieron exhibidos en el documental y ahora buscan la revancha.