AUTOR: MARA ILIANA CRUZ PASTRANA.
Las primeras elecciones en tiempos de Enrique Peña Nieto ya son las más sucias y violentas en la historia de nuestro país. Estamos ante el avance de la delincuencia electoral organizada que practica terrorismo político; la prensa nacional e internacional destaca homicidios, secuestros, extorsiones, violencia y amenazas.
El catálogo de irregularidades, además de la violencia, incluye guerra sucia, calumnias, dispendio de recursos, uso de recursos de procedencia ilícita, órganos electorales descaradamente parciales a favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y cooptación de televisión, radio y prensa.
Sumado a lo anterior, se vivió intimidación, amenazas, coacción a servidores públicos –estatales y municipales– para hacer campaña, condicionamiento a beneficiarios de programas sociales de votar por el mencionado partido y turismo electoral de un estado a otro para poder sufragar varias veces, es decir, fraude electoral.