La resolución detalla que el enriquecimiento de Salinas pueda haber sido consecuencia "de una acertada inversión de sus haberes"
“Los dictámenes periciales son idóneos para acreditar con total certeza que el patrimonio de Raúl Salinas se incrementó sustancialmente durante el periodo comprendido de enero de 1985 a abril de 1992, en una proporción que no es acorde con los ingresos que recibió por los cargos públicos que desempeñó”, se lee en la sentencia de la causa penal 36/1997, citada hoy por el diario Reforma.
Aunque el juez federal Carlos López Cruz reconoce que hay un enriquecimiento desproporcionado, aclara que no hay evidencia alguna de que aprovechó los puestos para dicho enriquecimiento, requisito central para acreditar el tipo penal por el que acusó la PGR.