FUENTE: REVOLUCIÓN 3.0
(8 de septiembre, 2013).- Un particular llamado para lograr la libertad de Alberto Patishtán, profesor indígena encarcelado durante los últimos 13 años, surgió la tarde de este sábado mediante el testimonio de ex presos políticos del gobierno mexicano.
En un encuentro celebrado en la Facultad de Economía de la UNAM, los ponentes fueron Ignacio del Valle, encarceadlo entre 2006 y 2010 por el caso de San Salvador Atenco; el ex general José Francisco Gallardo preso de 1993 a 2002, bajo los delitos de malversación y destrucción de archivos, y Érika Zamora, recluida en Puente Grande, Jalisco, entre 1998 y 2001 acusada de pertenecer al Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI)
En la conferencia también estuvo Héctor Patishtán, hijo del profesor chiapaneco, quien mencionó que el gobierno -para vengarse de un luchador social como su padre- se fabricó un delito tras el resurgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1999. “Mi papá ya estaba harto de que el Ejército tratara mal a las personas de nuestra comunidad y después dicen que participó en una redada donde murieron siete policías estatales”.
(8 de septiembre, 2013).- Un particular llamado para lograr la libertad de Alberto Patishtán, profesor indígena encarcelado durante los últimos 13 años, surgió la tarde de este sábado mediante el testimonio de ex presos políticos del gobierno mexicano.
En un encuentro celebrado en la Facultad de Economía de la UNAM, los ponentes fueron Ignacio del Valle, encarceadlo entre 2006 y 2010 por el caso de San Salvador Atenco; el ex general José Francisco Gallardo preso de 1993 a 2002, bajo los delitos de malversación y destrucción de archivos, y Érika Zamora, recluida en Puente Grande, Jalisco, entre 1998 y 2001 acusada de pertenecer al Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI)
En la conferencia también estuvo Héctor Patishtán, hijo del profesor chiapaneco, quien mencionó que el gobierno -para vengarse de un luchador social como su padre- se fabricó un delito tras el resurgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1999. “Mi papá ya estaba harto de que el Ejército tratara mal a las personas de nuestra comunidad y después dicen que participó en una redada donde murieron siete policías estatales”.
