By: Draco Dracul
on 19:29:00
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FUENTE: REVOLUCIÓN TRES PUNTO CERO.
AUTOR: ÉRIKA PAZ.
Portar el estandarte de la Virgen de Guadalupe como candidato a la Presidencia u otorgar las llaves de la Ciudad de Monterrey a Jesucristo, o decir “Si Dios quiere seré gobernador”*, por citar tan solo unos ejemplos. Son frases y acciones con las que algunos gobernantes y funcionarias públicas suelen expresarse en actos políticos, que influyen directamente en la vida democrática del país, pero ¿pueden ellos conjugar las creencias religiosas en el discurso político en un Estado laico?
En el mes de noviembre de 2012 se llevó a cabo la reforma al artículo 40 constitucional que dicta: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica, federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental”.
Sin embargo, ha quedado pendiente su reglamentación, para evitar las intervenciones de la Iglesia o alusiones a creencias religiosas en las decisiones del Estado. La discusión del reglamento al artículo 40 constitucional apenas comienza, para en lo sucesivo evitar la libre interpretación del mismo, así como establecer las penalizaciones a funcionarios públicos que incurran en su falta y que desdibujen la línea que divide a las creencias religiosas de los actos y acciones políticas y administrativas del país.