AUTOR: AURELIO PELÁEZ.
Como gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero ha enfrentado las acometidas de dos ciclones sobre el puerto de Acapulco: el primero en 1997, cuando Paulina arrasó la ciudad y provocó 400 muertes; el segundo fue Manuel, que dejó en el pasmo al mandatario llegado al poder en 2011 abanderado por el PRD. Y mientras el gobierno federal se afana por superar el problema, el mandatario guerrerense está más preocupado por cuidar sus negocios, como el del futuro maxitúnel, en el cual participan empresas del magnate Carlos Slim.
ACAPULCO, GRO. Al igual que en octubre de 1997, cuando el huracán Paulina azotó este puerto y dejó un saldo de unos 400 muertos, la tormenta tropical Manuel tomó desprevenido al gobierno de Ángel Heladio Aguirre Rivero.
El sábado 14 y el domingo 15, cuando caían los aguaceros más intensos sobre la ciudad y miles de personas buscaban refugio, incluidos los 40 mil turistas que aprovecharon el puente para vacacionar, las autoridades se afanaban en preparar las Fiestas Patrias.
Hasta el viernes 20 se contabilizaban 18 muertes en este destino turístico, aislado de la Ciudad de México por deslaves en la Autopista del Sol que dejaron varadas a decenas de miles de turistas.