AUTOR: PATRICIA MAYORGA.
MADERA, Chih. (apro).- La muerte de los guerrilleros que hace 45 años lucharon porque los latifundistas les regresaran sus tierras, otorgadas en grandes cantidades a ganaderos ricos, no fue en vano. Sin embargo, casi cinco décadas después los habitantes de este municipio vuelven a sufrir la explotación de sus tierras, ahora por parte de las compañía mineras, pero también deben enfrentar los embates de la delincuencia organizada.
En 1965, cuando un pequeño grupo de 13 guerrilleros asaltó el cuartel militar de Ciudad Madera, los enemigos se llamaban “Vallina” o “Ginner”, ahora son John Deere, Monsanto y otras compañías extranjeras que sin resquemor alguno pasa las palas bulldozer sobre casas demolidas para dar paso a la explotación minera.
Como cada año, una centena de familiares y amigos de los guerrilleros que participaron en el asalto se reunieron en el panteón de esta ciudad y posteriormente presentaron el libro Una alborada para Migue, escrito por José Gerardo, un maestro disidente.