Los pétalos están frescos, los entierros son recientes. Los seis difuntos de esta comunidad, aunque fueron aplastados por un alud igual que sus paisanos de La Pintada, no salieron en la televisión. No hubo brigadas que vinieran a rescatarlos. No han recibido la palabra de aliento de ningún funcionario. Ni siquiera conocen a su edil, Juan Paulino Neri, quien desde que ocurrió la desgracia no ha pisado al municipio. Sus familias no saben de algún albergue donde puedan mantener el petate seco.
Aunque la caída del cerro ocurrió el 17 de septiembre pasado, las muertes de Florentino, Armando, Librado, Celso, Basilio y Anastasio tardaron seis días en ser incluidas por el gobierno federal en la suma de decesos causados por las inundaciones. Fue hasta el día 23 que el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, en una entrevista de radio mencionó que al “entrar” al municipio se encontró con la noticia de los fallecimientos; sin embargo, en la realidad ninguna autoridad ha pisado el pueblo.