AUTOR: JENARO VILLAMIL.
El conflicto entre la conductora estrella de Televisa, Laura Bozzo, y Carmen Aristegui, de Noticias MVS escaló muy alto en medios de comunicación y en las redes sociales, a tal punto que el consorcio de Emilio Azcárraga le ordenó a la peruana que cerrara la boca. Demasiado tarde… Con el escándalo afloró no sólo el historial presuntamente delictivo de la peruana en su país, sino un caudal de componendas entre ella, Televisa y los gobernadores Eruviel Ávila, del Estado de México, y Ángel Aguirre, de Guerrero, quienes gastan millonadas de dinero público en su adicción a la publicidad televisiva.
La polémica generada por la utilización de recursos públicos del Estado de México para lucirse como “rescatista” en las zonas afectadas por las tormentas en Guerrero, así como su disputa con la periodista Carmen Aristegui, a quien Bozzo tachó de “mentirosa” y amenazó con iniciarle una guerra sucia en la pantalla, es una fórmula aprendió durante la presidencia de Alberto Fujimori en Perú, cuando se convirtió en aliada y comunicadora privilegiada de ese régimen.